Aportaciones recogidas durante el proceso

Aitor

Kaixo! Primero saludaros, ya que hace tiempo que no estamos en contacto y segundo poner en valor el trabajo que estáis haciendo. Mi reflexión llega de la "batalla del relato".... Leer más

Aitor

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Kaixo! Primero saludaros, ya que hace tiempo que no estamos en contacto y segundo poner en valor el trabajo que estáis haciendo. Mi reflexión llega de la "batalla del relato". Es un tema que divide porque entiendo que cada cual tiene su visión y verdad de lo ocurrido y es lógico, pues todas las personas vemos la vida diferente en cierta manera. Así, considero la posibilidad de plantearse... ¿Por qué debemos estar hablando del relato a día de hoy? ¿Quizás es un aspecto que se debería de abordar cuando los demás líneas abiertas se hayan desarrollado y cuando el clima político sea el apropiado entre diferentes partidos? Bueno, simplemente era una pequeña reflexión. Besarkada handi bat denoi

Itxi

Ana Paula

No soy una experta en el tema pero pienso q el primer e imprescindible paso es q a todas la víctimas trato igual, hay q reconocer a todas por igual,... Leer más

Ana Paula

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No soy una experta en el tema pero pienso q el primer e imprescindible paso es q a todas la víctimas trato igual, hay q reconocer a todas por igual, acabar con víctimas de primera y de tercera. Reconocer como inaceptable una política penitenciaria de castigo y venganza, extensible a todos los presos, también los comunes. Las cárceles no debieran ser lugares de venganza en una sociedad democrática. Y con el relato aceptar q no hay un único relato, q son diversos como diversas son las personas q sufrieron las diferentes violencias y q todos los relatos en consecuencia deben ser escuchados desde el respeto y con toda la empatía q seamos capaces. Una búsqueda activa de los puntos comunes, mucho respeto por las opiniones no coincidentes y empatía y aceptación, q las ideas y otros proyectos se puedan desarrollar sin imposiciones.

Itxi

Mikel Casado

Me parece una idea estupenda promover un debate sobre la convivencia democrática. Desde mi punto de vista, no puede haber tal si no se comparte una ética mínima, la de... Leer más

Mikel Casado

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Me parece una idea estupenda promover un debate sobre la convivencia democrática. Desde mi punto de vista, no puede haber tal si no se comparte una ética mínima, la de los derechos humanos, la de la prevención del sufrimiento. Aún así, habrá dificultades, pues no es fácil resolver desacuerdos viejos y establecer nuevos. Pero lo debemos hacer por curar heridas y por dejar condiciones de posibilidad de un futuro mejor. Como dice Lederach, la paz (o convivencia) es un misterio, algo que fascina y aterra a la vez, a lo que hay que acceder arriesgándose. El diálogo e intentar comprender al otro, ponerse en su situación, son actitudes imprescindibles. Quizá ello nos influya cambiándonos un poco. Quizá los nudos que quedan por desatar estén también en nuestro interior.

Itxi

Teresa Toda Iglesia

Impone respeto acercarse a un tema tan delicado y tan imprescindible a la vez; más aún hacer aportaciones concretas. No me siento capaz... Por lo tanto, estas líneas metafóricas sólo... Leer más

Teresa Toda Iglesia

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Impone respeto acercarse a un tema tan delicado y tan imprescindible a la vez; más aún hacer aportaciones concretas. No me siento capaz... Por lo tanto, estas líneas metafóricas sólo tienen la intención de estimular algunas reflexiones. Convivencia democrática que garantice todos los derechos para todas las personas... ¡Utopía! ¿Utopía? Sí, parece una utopía, es una utopía. Y la Utopía, per se, es inalcanzable, un sueño... por tanto no llegaremos nunca a materializarla o a llenarla de contenido. Pero que sea inalcanzable en su totalidad no quiere decir que no podamos tener esa Utopía como meta, y ponernos en marcha hacia un modelo de sociedad más justo. Vista así, la Utopía se nos hace más realista, nos podemos sentir capaces de acercarla. De traer a la tierra piezas de su rompecabezas, cuantas más, mejor; desde nuestro pasado inmediato a nuestro presente actual y hacia nuestro futuro cercano, sentando las bases para el largo plazo. El cuadro completo de la convivencia, realizado con pinceladas brillantes. Si nos acercamos al lienzo, veremos que algunos trazos son muy rectos, que se dirigen a un punto fijo. Otras pinceladas, sin embargo, van en zig-zag, como buscando caminos, arriba, abajo, cambiando de color, con apariencia de signos de interrogación... En una esquina, apreciamos líneas finas, casi invisibles, como si no quisieran dejar rastro, temerosas ante algunos de los trazos fuertes... Acercando aún más la mirada, percibiremos miles de puntos que configuran esos trazos y pinceladas, y que no están solo en líneas. Millares y millares de puntos están repartidos por todo el lienzo, uno junto al otro, creando el fondo del cuadro. Sin ellos, el cuadro sería una abstracción. Rayas y pinceladas sin rumbo, una danza de color, quizás un experimento visual, pero ejercicio estético sin fondo. Y queremos el cuadro completo. Sabemos que lo podemos realizar; empecemos ya a pintar el cuadro del futuro. Los puntos libres son la base, el fondo del cuadro, que pueden crear también trazos y pinceladas. Son las personas, en los pueblos, los barrios, los bloques de viviendas, centros de trabajo, escuelas, universidades, hospitales, tabernas, campos de deportes, montes... Es innegable que en los últimos años se ha tranquilizado el clima social; se han ido derritiendo los helados muros de tensión que existieron entre muchas personas, si bien se mantienen en otros niveles y espacios de la sociedad. A veces parece que hablásemos de una convivencia de dos velocidades: la que la gente, la ciudadanía, va construyendo en su cotidianidad, y la que se percibe en los sectores estructurados de esa misma sociedad. En mi opinión, ello plantea retos al compromiso social. Uno de ellos, importante, es que no se agrande la distancia entre la ciudadanía y las instituciones y organizaciones superiores, sino al revés. Si no, los peligros que ahora podemos intuir pueden arraigarse, y tener efectos negativos para la convivencia. ¿A qué peligros me refiero? En la sociedad, entre la gente, el peligro de pasar página demasiado rápidamente -puede ser comprensible ese ansia, pues es grande el cansancio del conflicto-, pasar página digo, sin analizar e interiorizar los porqués de lo ocurrido y dejando algunas consecuencias aún sin resolver adecuadamente. En las altas instituciones puede darse la tentación de marcar un camino estrecho, casi único, con normas muy definidas. Así pues, deberíamos plantearnos algunas preguntas, como por ejemplo: ¿Cómo construir canales de comunicación entre ambos estratos? ¿Cómo aflojar los corsés de cada uno? ¿Cómo prepararnos para la escucha profunda y para trabajar una planificación que aúne? Si tenemos clara la meta, hay que reunir senderos de distinta procedencia para hacer un camino amplio y con suelo firme. Habrá que internarse por vías que hoy aún no imaginamos. Las improntas de millares de pies allanarán la carretera, cada una con su propio eco, pero todas en la misma dirección: hacia una convivencia justa y democrática.

Itxi

El pueblo, sujeto soberano de la democracia

Una democracia, que no garantiza la vida y la convivencia del pueblo, no se justifica como democracia.
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Convivir

Ya nadie espera que las instituciones tengan la solución a todos los problemas de convivencia. A partir de ahora, en lugar de que las instituciones resuelvan estas cuestiones por si mismas, les pediremos que generen los espacios de encuentros necesarios para que, en estrecha colaboración con agentes sociales y ciudadanía, podamos encontrar las respuestas que llevamos buscando hace décadas.
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Tomarse la convivencia democrática en serio

La convivencia es la prioridad de toda sociedad democrática y del Estado que la representa por ser el bien preciado, la prevención y alternativa al sufrimiento ocasionado por el uso de la fuerza y posibles violencias.
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Carta al Coordinador del Foro Social Permanente

Deslegitimar la violencia padecida no es mera retórica; es una necesidad perentoria para fortalecer social y políticamente la convivencia de una sociedad agredida, con víctimas concretas a las que nos debemos. Porque ellas fueron quienes recibieron una agresión cuyos destinatarios últimos éramos todas y todos.
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Compromiso social con la convivencia democrática

Tratar de comprender, de entender el mal, la causa del daño generado, sea por la violencia terrorista de ETA, sea por el infame terrorismo de Estado, sea por abusos policiales o por torturas no supone justificarlo sino tratar de evitar que se reproduzca, lograr que la paz en ausencia de violencia sea irreversible.
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Somos lo que hacemos para cambiar lo que somos

Nuestro país necesita un proceso donde se afronta el pasado desde las necesidades de las víctimas, donde se sitúa a los y las presas como activos en la construcción de la paz y la convivencia, y donde el intentar comprender sustituye al intentar convencer.
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Intervención en el acto de la Fundación Buesa XX In Memoriam

No vale ampararse en la culpabilidad de otros, no avanzamos enrocándonos en las inercias, aunque sean las de la pasividad. Es necesario reconocer nuestras propias vivencias para reconducir esta sociedad: hay que contribuir a deshacer la idea perversa de los dos bandos, romper los bloques para pasar a la convivencia de ciudadanos diversos.
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Una construcción posibilista

Construir una memoria crítica, inclusiva, es una, pero solo una, de las formas que hacen posible la a su vez construcción de la convivencia. Es evidente que otra serie de decisiones, en su mayor parte políticas, deben arropar esta construcción. Decisiones relativas a apoyo a víctimas, a presos, reconocimientos expresos de daños causados, etcétera.
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¿Qué es el diálogo? Claves para un diálogo transformador

El cambio, si empieza, empieza por ti y empieza por mi. Aquí y ahora. Aquí y ahora puedo decidir tomar este camino y aplicar con paciencia y pasión las claves para un verdadero diálogo. Así surgen los cambios estructurales y verdaderos: no por imposición y desde arriba. Sino por crecimiento en conciencia y desde abajo, desde lo sencillo y lo cotidiano. Jesús y el evangelio lo tienen claro. La transformación surge y empieza desde lo pequeño: la semilla de mostaza, la levadura en la masa.
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Reflexiones y propuestas para la convivencia democrática

Para poder construir un proyecto de convivencia democrática exitosa en Euskadi, y más allá de las políticas de memoria y reparación sobre las que se ha avanzado de manera importante en estos últimos años, es preciso que nuestro modelo de convivencia incorpore otros elementos que puedan garantizar su sostenibilidad y adhesión social.
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Bizikidetza demokratikoa

Biktima guztiak gure egin beharko genituzke, gizarte osoarenak, alegia, parekatze eta bereizkeriarik gabe. Halaber, motibazio politikoagatik dauden preso eta iheslariei, behin betiko konponbidea eman beharko litzaieke, behingoz, gizartera daitezen. Konpromisoa hartu beharra dago, inongo biktimarik berriz ere biktima ez bihurtzeko eta giza eskubide guztiak errespetatuko dituen gizarte bat sortzeko. Azkenik, Euskal Herriak lortu nahi duen helburu politikoa eskuratu ahal izatea bermatzea, betiere, jokabide demokratikoen bitartez.
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