10/03/2020

“La sociedad vasca en su conjunto ha dado pasos decididos en la construcción de una convivencia”

En vísperas del 11 de marzo, Día Europeo en Memoria de las Víctimas del Terrorismo, el Foro Social Permaneten ha convocado una rueda de prensa para presentar un balance de la legislatura que acaba de finalizar en el Parlamento Vasco en el área en la que interviene: la resolución de las consecuencias del ciclo de violencia y la construcción de una convivencia democrática.

Intervención de Agus Hernan y Nekane Altzelai 

El Foro Social Permanente se presentó en el Palacio de Aiete el 22 de octubre de 2016. Justo al día siguiente de la sesión constitutiva de la XI. legislatura.

En aquel simbólico lugar, constatamos que las condiciones estaban ya reunidas para avanzar en un desarme de ETA, de la mano de la sociedad civil, e instamos a aprovechar la legislatura que se iniciaba para dar un empujón definitivo a la resolución del conjunto de las consecuencias del ciclo de violencia.

Emplazamos de manera solemne a los partidos políticos, en presencia de sus máximos representantes, a “actuar con responsabilidad política, buscando más lo que les une que lo que les separa” y, para ello, “dialogar”.

Lo hicimos con ese tono porque, recordemos, salíamos de una legislatura (2012-2016) completamente frustrante, en la que los “bloqueos múltiples” habían paralizado cualquier paso decidido en estas cuestiones, fuera y dentro del Parlamento Vasco.

Entonces éramos completamente conscientes de que se iniciaba un periodo sin elecciones que debíamos aprovechar. Podemos concluir que lo hemos logrado. Que la sociedad vasca y navarra lo han logrado.

Se ha producido el desarme civil de ETA, completo y verificado, y la disolución de esta organización, verificada por la comunidad internacional. Se han construido consensos políticos, sindicales y sociales, inimaginables hasta entonces: en primer lugar, sobre el derecho de todas las víctimas de todas las expresiones de violencia a la verdad, la justicia y la reparación; en segundo lugar, sobre la necesidad urgente de superar la fase de excepcionalidad penitenciaria y la aplicación de una política normalizada a las personas presas y, finalmente, la sociedad en su conjunto ha dado pasos decididos en la construcción de una convivencia.

Un balance de avances indiscutible, con algunos claro-oscuros a los que luego haremos referencia. Pero, con perspectiva ¿alguien podía imaginar esos avances en el contexto de bloqueos de 2016?

Y en esos avances, podemos afirmar con orgullo, la sociedad civil ha sido, hemos sido, un actor determinante. Ha sido el aceite en un motor que se gripaba demasiado a menudo. Tanto es así que hoy en día el modelo civil de resolución vasco es una referencia y un modelo de estudio entre los agentes internacionales que trabajan en resolución de conflictos.

Decíamos en el balance que “la sociedad en su conjunto ha dado pasos decididos en la construcción de una convivencia”. Este hecho nos parece uno de los más relevantes. Se avanza de manera muy rápida hacia una reconciliación.

Salvando las distancias, por supuesto, pero aprendiendo con humildad de otras experiencias, son raros los procesos de resolución en los que las dinámicas de reconciliación avanzan tan rápido. En general, los expertos dicen que deben pasar dos generaciones. Aquí es muy probable que con una sea suficiente.

Precisamente, esa es una de las principales conclusiones que se han llevado los cinco expertos que nos han visitado recientemente1.

Y eso ha sido posible por dos razones:

  • Porque las víctimas no organizadas de las diferentes expresiones de violencia, haciendo un enorme ejercicio de generosidad, nos vienen marcando un camino de reconocimiento mutuo entre ellas.

  • Porque la sociedad ha apoyado los pasos dados en la resolución y no comparte los bloqueos que aún perduran.

Esta última afirmación viene sustentada en el último estudio del Gabinete de Prospección Sociológica elaborado en febrero para el Gobierno Vasco. A la pregunta: ¿En su opinión en qué estado se encuentra el proceso de paz en Euskadi? Ahora, un 55% de los vascos y vascas creen que está avanzando, mientras que en 2014 este porcentaje apenas era del 28%. Por contra, ahora creen que el proceso está estancado un 38%, cuando hace apenas 6 años eran amplia mayoría (58%).

Es decir, la percepción ciudadana es que existe un proceso de paz en curso, pese a tratarse de un proceso de paz que no responde a un esquema clásico de negociación y resolución, La sociedad estima que se trata de un proceso de paz, con sus avances, sus bloqueos y sus retrocesos.

Un proceso en el que debemos buscar una resolución lo mas integral e inclusiva posible, afrontando los diferentes nudos y buscando de manera consensuada soluciones innovadoras a los mismos.

Decimos que, pese a los avances, se trata de un balance de claro-oscuros. Dos son estos:

El primero, constatamos con frustración que, pese a los importantes consensos parciales logrados en el Parlamento Vasco en relación con cada uno de los avances anteriormente citados, se ha producido un bloqueo en la ponencia sobre memoria y convivencia que ha impedido una resolución final integral.

Esto ha sido debido a que no se han producido avances entre los partidos políticos en los necesarios consensos mínimos para la construcción de una memoria crítica inclusiva, lo que algunos se empeñan en denominar la “batalla del relato”. Constatamos que en la cuestión del relato el legítimo debate inter-partidario es como una noria que viene repitiendo los mismos argumentos, incapaz de avanzar, mientras condiciona avances más decididos en el resto de cuestiones.

El segundo se refiere a la posición mantenida por el Gobierno Español. Las principales dificultades que ha tenido, y aún tiene, el proceso de resolución están ligadas a la posición mantenida por los dos Gobiernos que ha habido en este periodo. El periodo 2016-2018 vino marcado por el inmovilismo del Gobierno de Rajoy huyendo de enfrentar la resolución de las cuestiones pendientes. Con el Gobierno de Sanchez la posición mantenida durante sus primeros 18 meses de Gobierno han conllevado iniciativas en la cuestión de las personas presas pero que, al ser estas tan tímidas, han generado frustración en sus allegados. Sin olvidar que durante ambos periodos han persistido algunas inercias que responden a un pasado ya superado.

Evidentemente quedan tareas por hacer, nudos por soltar, que queremos recordar para finalizar:

  • La primera, terminar con la discriminación que todavía persiste en el trato entre las diferentes víctimas en su derecho a la verdad, la justicia y la reparación.

  • La segunda, la definitiva desactivación de la aún existente política de excepcionalidad penitenciaria y la aplicación de una política normalizada a las personas presas.

  • Y, en tercer lugar, impulsar desde los espacios sociales la construcción de una memoria crítica inclusiva, que respete todos los relatos.

Como afirmamos en Aiete en 2016, ratificamos nuestro compromiso de seguir trabajando por desatar esos nudos y avanzar en un proceso de paz integral que siente las bases sólidas de no repetición.

1 Rodrigo Gómez Tortosa. Argentina - Ndeye Marie Sagna. Senegal - Gloria Guzmán Orellana. El Salvador - Gustavo Meoño. Guatemala- Maritze Trigos. Colombia