La asociación Etxerat la componen familiares y allegados de presos/as, exiliados/as y deportados/as políticos vascos.
L@s familiares y amig@s de los presos y presas vascas venimos padeciendo desde hace muchos años las consecuencias de una política penitenciaria de excepción, cruel y deshumanizada, aplicada a nuestros familiares presos y presas, pero con consecuencias directas también para nosotros y nosotras, que ha generado mucho sufrimiento.
Durante más de 35 años se han producido situaciones de graves vulneraciones de derechos humanos, tanto contra nuestros familiares, como contra nosotras y nosotros mismos, desde el mismo momento en que se producían las detenciones, la posterior incomunicación o los encarcelamientos preventivos. Las conculcaciones de derechos se seguían produciendo posteriormente y de forma habitual en prisión.
Hemos sufrido una gran falta de empatía y arrope por parte de la mayoría de las instituciones. Durante todo ese tiempo nos ha faltado apoyo político e institucional y hemos sentido una desagradable sensación de soledad y desamparo. Se nos ha intentado criminalizar y hemos sido acosados, insultados e incluso agredidos, por el simple hecho de ser familiares, con motivo de denunciar medidas y situaciones derivadas de una política penitenciaria que no respetaba los derechos humanos.
La política penitenciaria de excepción ha supuesto mucho sufrimiento y un elevado deterioro físico y síquico para los familiares, así como un ingente gasto económico durante más de tres décadas. Un total de 16 familiares y allegados han perdido la vida en las carreteras, en viajes motivados por la dispersión y el alejamiento. Se han registrado alrededor de 400 accidentes de tráfico por este mismo motivo.
Las repercusiones que todo esto ha tenido para los familiares han llegado a generar problemas en el día a día del familiar en diferentes ámbitos, como por ejemplo el laboral, el educativo para nuestros niños, o la carga añadida que ha supuesto en los casos de las personas mayores y enfermas.
La labor de Etxerat es la de asesorar y ayudar a los familiares de los presos y exiliados políticos vascos, así como denunciar las conculcaciones de derechos, tanto de ellos y ellas, como de los propios familiares. Hace unos años, Etxerat decidió incorporar una línea más de trabajo a su labor habitual, que no es otra que la ayuda en la asistencia jurídica y sanitaria de nuestros familiares presos.
Asimismo, Etxerat ha desarrollado y afianzado su aportación, su trabajo para avanzar hacia la resolución del conflicto y para construir la convivencia. En este proceso de reflexión y adquisición de compromisos, en el año 2011 decidimos adherirnos al Acuerdo de Gernika. En 2013 publicamos nuestro documento “Reconocimiento del sufrimiento” y posteriormente realizamos nuestra aportación al "Plan de paz y convivencia" del Gobierno Vasco.
Siendo ya parte del Foro Social, participamos en 2018 en las jornadas de Barcelona que, bajo el título “Construint la pau. Reptes i oportunitat per al País Basc, després de la fi d’ETA” y organizadas por el Ayuntamiento de la ciudad, junto a la Fundación Fundipau y el propio Foro Social, propiciaron un encuentro entre víctimas de diferente signo. Nuestra posterior participación en las jornadas de la Fundación Buesa celebradas en octubre de aquel mismo año respondió igualmente a nuestro convencimiento de que, pese a las diferencias, escucharnos unas a otras y tender puentes para intentar seguir avanzando en base a lo que nos une es la aportación definitiva que podemos hacer todas a la convivencia, para construir un futuro con garantías de no repetición.
Nuestro compromiso con la convivencia nos llevó a la declaración pública del 1 de marzo de 2019, en la que, en un ejercicio de empatía, manifestamos nuestras disculpas si nuestra distancia había podido contribuir a acrecentar el sufrimiento de las víctimas del conflicto. De todas las víctimas.
Damos un importante valor a los acuerdos políticos y sindicales mayoritarios que se han dado en este tiempo, favorables al cambio en dicha política. Acuerdos en ayuntamientos, diputaciones y parlamentos. El más reciente ha sido el reconocimiento del sufrimiento de las 16 víctimas de la dispersión. Gracias al esfuerzo de todas y todos, la política penitenciaria ha comenzado a cambiar.
Pensamos que en el camino de la construcción de la convivencia se debe ir facilitando el recorrido hacia la ley penitenciaria ordinaria, un camino que haga avanzar en la humanización de la política penitenciaria y en la nueva convivencia que tenemos que construir entre todos y todas. Es nuestra razón final de ser la sociedad sin presos, toda vez que resulta imprescindible que todas las víctimas sean reconocidas y reparadas.
Queda aún mucho camino por recorrer en la construcción de la convivencia. Etxerat valora de forma positiva su trabajo en el Foro Social, los encuentros realizados entre diferentes víctimas, nuestra relación con ellas y los consensos hasta ahora logrados, que son el camino para ir desbloqueando los posibles obstáculos que puedan presentarse.
La asociación Etxerat la componen familiares y allegados de presos/as, exiliados/as y deportados/as políticos vascos.
En la asociación, las personas familiares y allegadas de las personas presas, exiliadas y deportadas puedan encontrar: asistencia, asesoramiento y acompañamiento que les ayude a minimizar los daños de una situación dañina y traumática que incide en todos los aspectos de nuestra vida física, psíquica, social y económicamente: la cárcel, el exilio, la deportación; un espacio donde sus vivencias, sus experiencias, puedan ser comprendidas y compartidas; un ámbito de trabajo: información, testimonio, denuncia y reivindicación.
Página web: etxerat.eus
Twitter: @EtxeratElkartea
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