XLII ANIVERSARIO DEL ASESINATO DE VICENTE VADILLO “FRANCIS”
En la madrugada del 10 de junio de 1979, Antonio Caba Laguna, policía nacional fuera de servicio, mató de un tiro en la cara con su arma reglamentaria a Vicente Vadillo Santamaría, conocido como 'Francis', originario de Alacant (País Valencià) y que trabajaba en el club Apolo de Errenteria como travesti.
La versión oficial difundida en la época se hizo eco del suceso dando a entender que el policía disparó accidentalmente su arma, si bien en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Donostia-San Sebastián en 1983 los testigos aseguraron que no fue así. Según contaron, el agente amenazó al encargado del club. Entonces 'Francis' se acercó y dijo "¿Y por qué no me disparas a mí?", momento en el cual el agente le disparó a la cara, y cayó muerto al instante. El asesino fue sentenciado a nueve meses, y nunca entró en prisión.
Este asesinato habla de una época en la que las múltiples violencias que diversos agentes llevaron a la práctica eran el pan de cada día en el País Vasco (Errenteria, en este caso). Fueron años donde las vulneraciones de derechos humanos en el marco del ciclo de violencias adquirieron una especial crueldad (asesinato, vacío social, violaciones, violencia de persecución, torturas sexuales, etc.) en en el caso de las personas que decidieron romper con el modelo tradicional de sexualidad impuesto y con la norma hegemónica de género. Estas todavía, por desgracia, continúan siendo víctimas de graves vulneraciones de derechos humanos y vejaciones.
Como estamos constatando en el proceso participativo denominado “Compromiso social con la construcción de la convivencia democrática” con las múltiples aportaciones recibidas, la sociedad vasca ha estado y sigue estando atravesada por múltiples ejes de desigualdad (género, sexualidad, nivel socio-económico, lengua...). Son innumerables las violencias que en el contexto del ciclo de violencias diversas personas han padecido por razones de orientación sexual, identidad de género o expresión de género. Hablamos de libertad vigilada, “sexilio”, pintadas, amenazas, agresiones policiales, violencia física, cárcel y exilio, tortura, violencia sexual, transfobia... E incluso vulneración del derecho a la vida, como en el caso de Francis.
Desde el Foro Social Permanente creemos que es imprescindible reconocer de forma pública y reparar todas estas experiencias, vivencias y vulneraciones de derechos. La premisa que guía nuestro trabajo en lo que respecta a derechos de las víctimas es clara: todas las víctimas tienen derecho a la verdad, la justicia y la reparación; y las mismas vulneraciones de derechos humanos, han de contar con idéntico nivel de reconocimiento político y legal, sea cual sea el agente violento que las haya llevado a la práctica.
En ese sentido, en este XLII aniversario, queremos remarcar que consideramos necesario no solo reconocer y reparar a las víctimas de graves vulneraciones de derechos humanos como Francis, sino también dar visibilidad a estas realidades condicionadas por la orientación sexual, la identidad de género o la expresión de género, para tratar de acabar con las desigualdades que siguen presentes en nuestra sociedad y garantizar que no tendrán cabida en el futuro.
Por ello, apelamos a los gobiernos vasco y navarro, a las instituciones de carácter local y a los organismos sociales que trabajan en nuestro país a que hagan suyo el compromiso de dar visibilidad a estas vulneraciones de derechos mediante los mecanismos que consideren oportunos.
Para terminar, quisiéramos recordar que la trágica muerte de Francis supuso un gran impulso al movimiento de los derechos del colectivo LGTBIQ+ en el País Vasco, hasta entonces en la clandestinidad y la marginalidad: entonces se organizaron las primeras manifestaciones a cara descubierta de este colectivo tanto en Errenteria como en Donosita-San Sebastián, y comenzaron a tomar forma los primeros movimientos sociales en defensa de los derechos del colectivo, como EHGAM.
La conclusión de la labor que desde el Foro Social Permanente hemos llevado a cabo desde nuestra creación el año 2016 nos lleva a afirmar que desde la sociedad civil se puede y se debe aportar al final del sufrimiento y las desigualdades, y por tanto a la construcción de la convivencia.
Es por ello que también queremos, en vísperas del 28 de junio, Día Internacional por la Liberación Sexual y el orgullo LGBTIQ+, mostrar nuestra más sentida admiración y dar las gracias por el aporte que hacen a nuestra sociedad a las distintas organizaciones que trabajan y han trabajado en defensa de los derechos del colectivo.
Tenemos la certeza de que el protagonismo de la sociedad civil en el proceso de construcción de la convivencia democrática en el que estamos inmersas es la mejor garantía para la no repetición.
Así, anunciamos también que el próximo 7 de julio organizaremos un encuentro privado donde distintas personas representantes de colectivos LGTBIQ+ debatirán sobre los retos pendientes que plantea la construcción de la convivencia, dentro del proceso que el Foro Social Permanente viene impulsando desde el pasado mes de octubre bajo el nombre “Compromiso social con la construcción de la convivencia democrática”. Las conclusiones del encuentro se recogerán en un informe que será presentado a posteriori.