09/12/2020

El Foro Social Permanente solicita en el Parlamento Vasco que se celebre de forma oficial del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas

Nekane Altzelai y Agus Hernan han comparecido hoy ante el Parlamento Vasco.

 

Intervención en la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco

Intervinientes: Nekane Altzelai, Agus Hernan


 

Sobre el Foro Social Permanente

Como bien sabréis, el Foro Social Permanente es un espacio dinamizador que integran diferentes organizaciones de la sociedad civil y personas a título individual, que tiene por objetivos impulsar el proceso de paz vasco y ayudar a desatascar los nudos que atenazan la resolución de las consecuencias del ciclo de violencia vivido durante los últimos años.

En definitiva, trabaja desde el año 2016 con la voluntad de ayudar, desde la sociedad civil, a desatascar los nudos que atenazaban y siguen atenazando la construcción de la convivencia democrática.

Así, el Foro Social Permanente se ha convertido en una referencia importante en los avances que han tenido lugar en el contexto del proceso de paz, como por ejemplo:

El desarme civil y la disolución de ETA, ambas verificadas por la comunidad internacional.

La construcción de consensos políticos, sindicales y sociales, sobre el derecho de todas las víctimas de todas las expresiones de violencia a la verdad, la justicia y la reparación; y sobre la necesidad urgente de superar la fase de excepcionalidad penitenciaria y la aplicación de una política normalizada a las personas presas.

Por desgracia, aún queda labor por hacer para continuar avanzando en el proceso de paz. Labor, que sintetizamos en tres grandes retos pendientes:

Terminar con la discriminación que todavía persiste en el trato a las víctimas en su derecho a la verdad, la justicia y la reparación.

La definitiva desactivación de la aún existente política de excepcionalidad penitenciaria y la aplicación de una política normalizada a las personas presas.

Impulsar desde los espacios sociales la construcción de una memoria crítica inclusiva, que respete todos los relatos.

Desapariciones forzadas en el caso vasco

Las dos premisas que guían el trabajo del Foro Social Permanente en lo referente al eje de trabajo de los derechos de las personas víctimas son claras:

Todas las víctimas tienen derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación.

A igual vulneración, igual debe ser el reconocimiento.

Hoy nuestra intervención viene a hacer referencia expresa a la cuestión de dotar de los derechos que les corresponden a las víctimas de desapariciones forzosas, que en el caso vasco, son, por lo menos, 7.

Los tres jóvenes coruñeses, residentes en Irun, José Humberto Fouz Escobero, Jorge Juan García Carneiro y Fernando Quiroga Veiga, desaparecidos entre Biarritz y Donibane Lohitzune el año 1973.

Eduardo Moreno Bergaretxe o Pertur, desaparecido en Behobia el 23 de julio del año 1976.

Tomás Hernández, desaparecido en Hendaia el 15 de mayo de 1979.

José Miguel Etxeberria Álvarez “Naparra”, desaparecido el 11 de junio del año 1980.

Jean Louis Larre, desaparecido el 7 de agosto del año 1983 en Léon (Landes).

La desaparición forzada es una estrategia para infundir el terror entre la ciudadanía. La sensación de inseguridad que esa práctica genera no se limita a los parientes próximos de la persona hecha desaparecer, sino que afecta a su comunidad y al conjunto de la sociedad.

Países como Argentina, Chile, Colombia o El Salvador han sufrido esta grave vulneración de derechos de forma trágica, como nos lo expresaron las expertas internacionales que participaron en la jornada que organizamos el pasado 3 de septiembre 2020, con el objetivo de conocer de primera mano esas experiencias y cuáles han sido los mecanismos que han resultado válidos para el esclarecimiento de estos casos, para su posible aplicación en el caso vasco.

Porque, como hemos mencionado anteriormente, este drama también ha estado presente en nuestro pueblo, donde han sido plurales los agentes que se han valido de la violencia y han hecho desaparecer personas, generando un inmenso reguero de dolores.

El dolor y el sufrimiento que generan el desconocimiento del paradero y de las circunstancias de la desaparición son tremendos y muy difíciles de sanar. Así nos lo han comunicado en muchas de ocasiones diferentes víctimas de desapariciones forzadas, que consideran el derecho a conocer la verdad como el elemento nuclear, el punto de partida, lo que entienden por justicia, lo que verdaderamente necesitan.

Dotar a estas víctimas y a sus familiares de la verdad que les corresponde es imprescindible. Y ello, creemos, es responsabilidad de la sociedad vasca en su conjunto, de su ciudadanía, de sus agentes institucionales y políticos y de sus organizaciones sociales.

Por todo ello, consideramos necesario que la realidad de estas víctimas esté presente en la agenda de resolución:

para reivindicar la necesidad de ofrecer una solución a esta problemática;

para exigir a las partes responsables de las desapariciones la asunción de sus responsabilidades y que aporten cuantas más pistas posibles para poner en vías de solución estas vulneraciones graves de derechos humanos;

y para que la memoria de lo sucedido funcione como garantía de no repetición y nos blinde como sociedad.

Somos conscientes de que estos casos plantean dificultades específicas, como pueden ser la falta de información, la falta de recursos para investigar, obscurantismo a la hora de lograr fuentes de información fiables, dificultades en los procedimientos judiciales/administrativos, etc.

Todo ello, consideramos, se ha de poner en vías de solución con la misma estrategia con la que hemos hecho frente en años recientes a otros retos de calado, como pueden ser el desarme civil y la disolución de ETA: articulando consensos amplios. Consensos sociales, políticos e institucionales.

Desde el Foro Social Permanente, hemos planteado en diversas ocasiones que creemos necesario la puesta en marcha de una Comisión de la Verdad, que posibilite, entre otras muchas cuestiones, el reconocimiento y la reparación de los casos como los que nos atañen hoy, que plantean dificultades especiales (prescripción, falta de información, falta de recursos para investigar, etc.). Y que pueda, además, ofrecer garantías a la hora de recoger información relevante que facilite el esclarecimiento de los casos.

Nos congratulamos al leer en los programas electorales con las que las fuerzas políticas que ustedes hoy están representando aquí se presentaron a las pasadas elecciones para componer este Parlamento Vasco, que el objetivo de conocer toda la verdad de lo sucedido y reconocer todas las vulneraciones de derechos humanos, es un objetivo compartido por una amplísima mayoría presente hoy.

Solicitud

Por ello, para concienciar sobre la realidad de la desaparición forzosa, y para no permitir que pueda volver a suceder, el Foro Social Permanente solicita a esta comisión la celebración de forma oficial del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, el 30 de agosto, que se celebra desde el año 2011 bajo el auspicio de Naciones Unidas, mediante la colocación del pebetero a la entrada del Parlamento Vasco en recuerdo a las 7 víctimas documentadas de desapariciones forzosas en el caso vasco.

“La celebración de los días internacionales como este puede ofrecer una oportunidad para sensibilizar al público en general acerca de temas relacionados con cuestiones de interés en referencia a la resolución del ciclo de violencias, y además, llamar la atención de los medios de comunicación para que señalen a la opinión publica que existen casos pendientes de resolver”.

Esta solicitud viene inspirada por otra de similares características, que fue aprobada por unanimidad en el pleno del 20 de junio del 2019, sobre la conmemoración del Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura señalado por Naciones Unidas con el fin de sensibilizar, concienciar y llamar la atención sobre este fenómeno y reconocer y reparar a las víctimas.

Además, recupera la propuesta ya formulada por el Gobierno Vasco el 24 de marzo de 2018, en un informe realizado por encargo del propio Gobierno Vasco a la Cátedra de Derechos Humanos de la Universidad del País Vasco titulado “Informe sobre la desaparición de tres jóvenes coruñeses el 24 de marzo 1973". En el punto tercero de sus recomendaciones finales propone: ”Más allá por tanto de una eventual reapertura de diligencias de investigación si hubiera nuevos datos, quizás debería instituirse un día anual en el calendario oficial de los poderes públicos actuantes en Euskadi que reivindique a los desaparecidos que lo siguen siendo como recordatorio, memoria y también reconocimiento de la injusticia de lo que ocurrió”.

Todo ello, porque creemos que es muy importante el hecho de materializar el expreso reconocimiento de la personas hechas desaparecer desde un punto de vista integral: tomando como referencia el conjunto de casos.