Hoy sábado se ha reunido en el Ayuntamiento de Agurain/Salvatierra la Asamblea General del Foro Social Parmanente para hacer balance de la última etapa del proceso de construcción de paz en Euskal Herria. La asamblea ha contado con la participación, por vía telemática o presencial, de las 16 entidades que conforman el Foro así como personas que lo hacen a título personal.
El balance corresponde a la etapa que va desde 2018 hasta nuestros días. Cabe recordar que en junio de aquel año, , tras la disolución de ETA, el Foro Social Permanente desarrolló un proceso interno de debate, cuya conclusión fue que a la construcción de paz le quedaban aún tareas pendientes y nudos por desatar. En aquel debate se definieron tres ejes de trabajo: víctimas, presos y memoria.
• El derecho de todas las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación. Y para ello, acabar con la discriminación que todavía persiste en el trato a las diferentes víctimas y superar la actual utilización reduccionista del concepto de «nuestras» víctimas para pasar a que sean cosideradas «de todas y todos», de toda la sociedad.
• La desactivación de la aún vigente política de excepcionalidad penitenciaria y la aplicación de una política normalizada a las personas presas mediante las medidas contempladas en la legislación ordinaria.
• Impulsar desde los espacios sociales la construcción de una memoria crítica inclusiva, que respete todos los relatos y que permita superar la todavía existente batalla del relato entre los partidos políticos.
La Asamblea de hoy se ha congratulado de que estas tres cuestiones se hayan convertido en una agenda compartida de los agentes institucionales, políticos, sindicales y sociales que obran por la resolución de las consecuencias del conflicto de violencias y por la convivencia democrática.
Tres temas en los que se han obtenido notables avances en estos cuatro años en condiciones difíciles, con una agenda política y social fuertemente condicionada por la polarización política, el Covid y la guerra en Ucrania.