El Foro Social quiere valorar los pasos adelante que se han dado esta semana, tanto en el amparo a las víctimas del Estado, como en la voluntad de cambiar las políticas públicas que generan un tratamiento asimétrico a las víctimas, como en la construcción de una memoria crítica inclusiva.
Lo ocurrido esta semana, intensa en lo que se refiere a la resolución de las consecuencias del ciclo de violencias, ha empezado a romper el techo de cristal que se había construido sobre las víctimas de las violencias del Estado: son reconocidas de palabra pero de hecho se asume un tratamiento asimétrico que genera discriminación.
Mediante la presente nota de prensa el Foro Social quiere valorar los pasos adelante que se han dado esta semana, tanto en el amparo a las víctimas del Estado, como en la voluntad de cambiar las políticas públicas que generan un tratamiento asimétrico a las víctimas, como en la construcción de una memoria crítica inclusiva.
En cuanto al amparo a las víctimas del Estado, la reacción ante las revelaciones del ex ministro Barrionuevo deben suponer un antes y un después. Hemos visto al 98,7% del Parlamento Vasco cómo se posicionaba públicamente en el sentido de no admitir este tipo de ataques a las víctimas, porque generan una revictimización inaceptable. Esto supone una novedad que contrasta con lo que ocurrió, por poner un solo ejemplo, cuando la diputada Olona humilló a las víctimas de la tortura desde la tribuna del Congreso, hace solo unos meses.
No cabe duda de que todavía queda un largo camino hasta que el Gobierno español reconozca el daño causado, pero está claro que, en lo que se refiere al amparo de las víctimas de la violencia ejercida por el Estado, esta semana se han dado pasos, en el fondo y en la forma, inéditos hasta el momento.
En segundo lugar, desde el Foro Social valoramos de forma muy significativa los amplios consensos escenificados en el Parlamento Vasco el pasado miércoles en torno a la necesidad de modificar las leyes y las políticas públicas sobre víctimas. Y es que, en la actualidad, se da un tratamiento asimétrico que se debe superar para poder avanzar en la reconciliación y la construcción de la convivencia democrática.
Una asimetría que se plasma en cuestiones que tienen que ver con la vida cotidiana, como pueden ser la RGI, la vivienda, las políticas activas de empleo o las matrículas de la UPV. Además, las indemnizaciones previstas tanto por el decreto 107/2012 como por la Ley 12/2016 son significativamente inferiores a las cuantías que establece la Ley 4/2008 para las víctimas del terrorismo.
Y, por último, pero no por ello menos importante, el pasado jueves 10 de noviembre, día de la memoria, se presentó en el Instituto Gogora el documento «Bases compartidas para la construcción social de la memoria», elaborado por seis víctimas e historiadores referenciales. En nuestra opinión, se trata de una aportación de calado a lo que desde el Foro Social denominamos «el carril central para la construcción de la convivencia».
La sociedad vasca, sus instituciones, partidos políticos, sindicatos y organizaciones sociales, no está parada tampoco en lo que se refiere a la construcción de una memoria crítica inclusiva. Es más, durante los últimos meses estamos presenciando nuevos movimientos que están permitiendo que la denominada «batalla del relato» esté ya transitando desde el espacio de la crispación a uno de construcción de una memoria crítica inclusiva.
En este sentido, todo lo que ocurrió en torno al 10º aniversario de la Declaración de Aiete, el pasado octubre de 2021, actuó como «efecto palanca» que ha facilitado los avances que han venido después.
Fue precisamente tras este aniversario que el Foro Social puso en marcha el eje de trabajo «Ustekabean Topo- Diálogos Improbables». Durante estos meses hemos venido aportando a esta transición, estudiando experiencias internacionales u organizando encuentros públicos y privados entre personas con posiciones ideológicas diferentes o experiencias vitales encontradas.
Desde el Foro Social Permanente, que estuvo presente en el Instituto Gogora en la presentación del documento, vamos a analizar con detenimiento las reacciones por parte de los diferentes actores y, tras ello, haremos una serie de reflexiones o recomendaciones para facilitar más avances también el tema de la memoria.
Compartimos la tesis del documento cuando dice que «la convivencia democrática necesita romper los muros levantados por los relatos autojustificativos durante muchos años para poder construir un nuevo espacio público abierto, inclusivo, de respeto y de diálogo».
En consecuencia, pedimos a todos los agentes que amparen y pongan en su justo valor el documento elaborado por Josu Elespe, Maria Jauregi (ambos hijos de víctimas de ETA), Axun Lasa (hermana de una víctima del GAL y torturada) y los historiadores Unai Belaustegi, Eider Landaberea y Virginia López de Maturana.
Y, de manera especial, les pedimos que no utilicen el documento para la batalla partidista del relato.