22 de enero de 2020
19:00h
Palacio de Congresos Europa
Vitoria-Gasteiz
El Foro Social Permanente ha organizado la mesa redonda “Reconstruirse después de la tortura: herramientas y experiencias desde el feminismo”, iniciativa que pretende visibilizar y sensibilizar, desde una perspectiva de género, las herramientas que pueden contribuir al proceso de reparación por el que toda víctima de la tortura ha de pasar.
Todo ello, desde la experiencia de mujeres supervivientes que han logrado poner en vías de superación las consecuencias de la gravísima vulneración de derechos humanos sufrida misma mediante un proceso personal-colectivo resiliente, en el que el feminismo ha jugado un papel determinante.
Además, en la mesa redonda también participará una investigadora académica que contextualizará desde una perspectiva crítica y feminista la realidad de la tortura, como ejemplo paradigmático de las relaciones de poder/sumisión del sistema heteropatriarcal machista.
En concreto, las ponentes serán Amaia Andrieu, Marina Sagastizabal y Olatz Dañobeitia, y la mesa estará moderada por la periodista Aitziber Pérez de Cárcamo.
El Foro Social Permanente ha trabajado en diversas ocasiones las problemáticas de la violencia asociada a la condición de género de las mujeres, poniendo especial acento en la tortura.
En el caso de esta mesa redonda, no buscamos conocer los testimonios referentes a las torturas sufridas, sino poner en valor y socializar los procesos personales y colectivos de reparación que esas mujeres han llevado a cabo, y las herramientas y experiencias que han contribuido a ello.
Además, también queremos saber qué opinión merece a esas personas el proceso de construcción de la convivencia en la que la sociedad vasca se encuentra inmersa; cuál creen que es el papel que las víctimas de la tortura han de desempeñar, qué necesitan, qué pueden aportar...
Desde el Foro Social Permanente consideramos que todas las vulneraciones de derechos humanos que han tenido lugar en el contexto del denominado conflicto vasco han de ser reconocidas de forma oficial y reparadas.
Por desgracia, queda mucha labor por hacer para dotar de los derechos que les corresponden a esas, por lo menos, 3.415 personas (solamente en la CAV) que según el “Proyecto de investigación de la tortura y malos tratos en el País Vasco entre 1960-2014” del Gobierno Vasco fueron víctimas de la tortura.
Pero, cierto es que la existencia misma de la tortura como práctica más que esporádica en el contexto del denominado conflicto vasco es ya una realidad innegable
Es por ello que, tras un proceso de reflexión, el Foro Social Permanente ha tomado la decisión de no centrar la atención en los testimonios de las torturas sufridas, sino en aquello que las víctimas más necesitan: la reparación.
Como decíamos, son muy pocas las personas que han sido reconocidas de forma oficial como víctimas de la tortura. Y, quizás debido a ello, han cobrado fuerza en el caso de estas personas los procesos de reparación sociales y resilientes. Son esas las experiencias que pretendemos socializar mediante iniciativas como la del 22 de enero.