24/11/2020

Hacemos un llamamiento a la sociedad navarra para que se pongan en marcha mecanismos de verdad, reconocimiento y reparación a todas las víctimas

El Foro Social Permanente en Navarra ante el 35 aniversario de la desapariciĆ³n de Mikel Zabalza

Invención de Expe Iriarte (euskera) y José Luis Uriz (castellano)

Han pasado ya 35 años desde la desaparición y muerte de Mikel Zabalza. 35 años del silencio que cubrió un suceso tan dramático como este, que impactó a la sociedad navarra de la época.

Mikel Zabalza fue detenido en su domicilio de Altza, en Donostia, durante la medianoche del 25 de noviembre de 1985 junto a su pareja Idoia, su primo y su amigo Jon. Todos fueron trasladados al cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo.

Quienes estuvieron allí denunciaron haber sufrido torturas y escuchar los graves gritos de Mikel. Todos ellos fueron puestos en libertad sin cargos en pocas horas o días. Sin embargo, Mikel no salió. Mikel no estaba.

Según la versión oficial de los hechos, tres guardias civiles le llevaron a inspeccionar un túnel cerca de Endarlatsa, pero él logró huir. Con las manos atadas, se arrojó al río con intención de escapar, y se ahogó. Sin embargo, todos los indicios apuntaban a que Zabalza había muerto bajo tortura en el cuartel de Intxaurrondo.

La verdad social se impuso finalmente. 20 días después de su detención, el 15 de diciembre, el cuerpo de Mikel apareció en aguas del rio Bidasoa, en un lugar que habían registrado casi a diario los que lo buscaban.

El caso de Mikel es uno de los muchos que todavía continúan por esclarecer, que requiere mayor investigación, que permanece oculto bajo un manto de incertidumbre y falta de información y del que nadie ha asumido todavía la responsabilidad de lo sucedido.

Desde el Foro Social Permanente queremos, en el día de hoy, por un lado recordar la figura de Mikel y de tantas otras personas que como él sufrieron la violencia practicada por parte de los estamentos oficiales, y que, a fecha de hoy, siguen siendo ocultados; y, por otro, deseamos también apelar a la sociedad navarra en su conjunto, a sus colectivos sociales, partidos políticos, sindicatos e instituciones, a que hagan suyo el compromiso de contribuir para dotar de verdad, reconocimiento y reparación a todas estas víctimas de graves vulneraciones de derechos humanos, poniendo en marcha los mecanismos necesarios para ello.

Como venimos señalando en diversidad de ocasiones, la premisa que guía el trabajo del Foro Social Permanente en lo que respecta a derechos de las víctimas es clara: todas las víctimas tienen derecho a la verdad, la justicia y la reparación; y las mismas vulneraciones de derechos humanos, han de contar con idéntico nivel de reconocimiento político y legal, sin tomar en consideración cuál ha sido el agente violento que las ha llevado a la práctica. Sin equidistancias y sin discriminaciones.

En el caso de las víctimas de la tortura, la situación de discriminación que estas viven es especialmente desgarradora, por contar con escasos niveles de reconocimiento, pese a que el número de personas víctimas es enorme. Hablamos de miles de personas, como han determinado estudios como los elaborados por el Instituto Vasco de Criminología en Navarra (periodo 1960-1978), en la Comunidad Autónoma Vasca (periodo 1960-2014) o la base de datos de la Fundación Euskal Memoria, que recoge ya 800 casos de tortura en Navarra.

Pese a la dantesca fotografía de esta realidad, que como la verdad social confirma ha sido “más que esporádica”, por desgracia, los casos de tortura oficialmente reconocidos son solo 103: unos pocos por sentencias judiciales, y otros por el Decreto 107/2012 del Gobierno Vasco. Proyectos como la Ley Foral 16/2019, aprobada por el Parlamento Navarro, que actualmente se encuentra recurrida en los tribunales, pretenden hacer frente a este reto pendiente. Pero las trabas que todavía se continúan poniendo a iniciativas de este tipo dificultan la construcción de la convivencia democrática del futuro con garantías de no repetición.

Las victimas de la tortura con las que el Foro Social Permanente ha mantenido encuentros públicos y privados nos han expresado que ese sienten discriminadas –“victimas de segunda categoría”- que “de la justicia ya no esperan nada”, y que lo único que demandan es que su dolor sea reconocido y reparado de manera oficial.

En este sentido consideramos que una política pública debe abordar todas las vulneraciones de derechos humanos, incluidas en las que el estado tiene responsabilidad. Incluidas las propias. Aunque escueza.

Ante esta realidad de discriminación, desde el Foro Social Permanente, queremos expresar públicamente que:

La práctica de la tortura no fue algo esporádico. Es necesario que los responsables políticos de la época que permitían su permanencia reconozcan públicamente el daño causado.

Tras las recientes sentencias del Tribunal Constitucional en relación a una Ley Vasca similar, pedimos a los tres partidos políticos que presentaron recursos a la Ley Foral 16/2019 que los retiren. Que por responsabilidad y humanidad dejen de ahondar en la revictimización de las victimas de la tortura.

Entendemos que como dice la Ley Foral 16/2019 es preciso dar los pasos necesarios para que se puedan investigar de forma específica los casos en los que personas han perdido la vida mientras se encontraban bajo custodia policial, o a consecuencia de las lesiones sufridas durante la detención, como la sociedad mayoritariamente cree que sucedió con Mikel Zabalza, para que estas puedan ser explícitamente reconocidas como víctimas mortales de la tortura.

Animamos a la Dirección de Paz y Convivencia a que dé continuidad, por los mecanismos que considere pertinentes, al trabajo que pretende ofrecer la fotografía completa de lo que la tortura ha supuesto en la Comunidad Foral de Navarra. Existen experiencias de investigaciones científicas de gran rigor en este terreno (IVAC, etc.) que nos parecen una referencia positiva y que han venido aplicando a la mayor cantidad de personas el denominado Protocolo de Estambul, que supone una herramienta efectiva para el posterior reconocimiento oficial de las víctimas de la tortura.

Anunciamos que una delegación del Foro participará en el acto de homenaje a Mikel Zabalza que se celebrará el 28 de noviembre en la localidad de Auritz-Burguete.

En nuestra Comunidad Foral distintos agentes sociales, institucionales, académicos, políticos y sindicales compartimos la idea de que la presente legislatura reúne las condiciones necesarias para construir la convivencia democrática en Navarra, que sin olvidar nada y aprendiendo de los errores del pasado, consolide un escenario de paz y derechos humanos. Tenemos, además, margen político, institucional y social para seguir articulando nuevos consensos políticos y nuevas mayorías para hacer frente a las cuestiones pendientes, como dotar de todos sus derechos a las víctimas de graves vulneraciones de derechos humanos.

Es obvio que las circunstancias que la crisis sanitaria ha generado dificultan la puesta en marcha de iniciativas y el dar pasos. Pero, desde el Foro Social Permanente en Navarra, consideramos que situaciones así nos deben llevar a no resignarnos, a ser imaginativas y a construir formas que hasta ahora quizás ni nos habíamos planteado. Pero eso sí, de forma compartida y conjunta, remando todas, instituciones, partidos políticos, sociedad civil, sindicatos... en la misma dirección: verdad, reconocimiento, justicia, reparación y garantías de no repetición para todas las víctimas.

Para finalizar queremos recordar que las dos personas que representamos hoy al Foro Social, hemos tenido trayectorias políticas diferentes e incluso enfrentadas.

Hoy, dos cosas nos unen en esta comparecencia:

la primera: Expe como yo mismo hemos sufrido torturas y malos tratos a manos de la policía.

la segunda: Ambos decidimos hace tiempo superar el rencor por nuestro sufrimiento y apostamos por el diálogo y el encuentro para construir juntos una convivencia democrática en Navarra. Por eso los dos participamos en el Foro Social.