El Foro Social Permanente en Navarra quiere expresar su enorme preocupación tras la decisión del Tribunal Supremo de ratificar la mayoría de las condenas a los ocho jóvenes de Altsasu.
El Foro Social se pronunció sobre esta cuestión el 4 de noviembre de 2016 en el marco del encuentro de víctimas que organizó en el Parlamento de Navarra.
Entonces, condenamos lo ocurrido, lamentamos la dimensión que estaba tomando esta pelea y pedimos que el tema fuese juzgado en la jurisdicción ordinaria de Pamplona.
A partir de ese momento, el Foro Social evitó pronunciarse de manera oficial sobre el denominado «caso Altsasu» hasta el pasado 24 de julio, fecha en la que realizamos una comparecencia junto a las madres y padres de los jóvenes.
Se trataba de una actitud reflexionada, dado que el Foro Social trabaja en la resolución de las consecuencias del ciclo de violencia vivido en nuestro país y siempre hemos considerado que los hechos acaecidos el 15 de octubre de 2016 no deberían haber sido nunca ligados a este ciclo de violencia y que el caso debía ser devuelto a la jurisdicción ordinaria.
En julio, consideramos desproporcionadas las condenas de la Audiencia Nacional y expresamos nuestra esperanza de que se impusiese la ponderación y el recurso se juzgara en el Supremo con la mesura necesaria y la proporcionalidad adecuada.
El Foro social Permanente nunca valora las opiniones de ningún actor ni de las sentencias judiciales firmes, pero parece evidente que nuestros deseos han chocado con la tozuda realidad.
Por todo ello, la valoración que hace hoy el Foro Social Permanente en Navarra se circunscribe solamente al punto de vista de las consecuencias que esta sentencia tiene en la construcción de la convivencia democrática en Navarra.
Nuestra valoración:
1.- La Comunidad Foral Navarra ha iniciado una legislatura llena de oportunidades, que desde el Foro Social Permanente hemos caracterizado como la “legislatura que permita construir la convivencia democrática en Navarra”.
2.- Esta sentencia genera una enorme frustración en un sector muy importante de la sociedad navarra, especialmente entre amplios sectores de la juventud.
3.- Esta frustración generada pone en peligro el trabajo que la mayoría de los partidos, sindicatos, sociedad civil y el Gobierno de Navarra estamos desarrollando por construir un carril central de resolución de las consecuencias del ciclo de violencia, que refuerce un futuro de convivencia democrática desde el respeto a todas las víctimas de todas las expresiones de violencia y a una memoria compartida.
4.- No podemos ni queremos resignarnos a esta situación. Un análisis con perspectiva debe llevarnos al convencimiento de que las condiciones están reunidas, y que todas y todos debemos tener altura de miras y saber aprovechar esas condiciones. Es momento de fortalecer y acelerar estas políticas, tanto desde las instituciones como desde la sociedad civil.
Afirmamos lo anterior siendo conscientes de la existencia en nuestra Comunidad de un sector negacionista del conflicto con un notable peso. Pero, pese a esa realidad, vistas las consecuencias que tiene esta sentencia para estos jóvenes y sus familias, también somos conscientes de que la mayoría de la sociedad navarra, su mayoría política y la totalidad de sus sindicatos, quieren un futuro de convivencia que, sin olvidar el pasado, se construya basado en una cultura de derechos humanos y de paz. Esta es la única alternativa que tiene futuro, el resto es anclarse en el pasado.