Euskal Herriko jubilatu eta pentsiodunen elkartea da Gaurgeroa.
Convivencia tiene que ser sinónimo de tolerancia, respeto a las ideas y actos de quien no piensa como nosotras/os., compartir espacios, acordar por medio del dialogo las formas de superación de las diferencias.
Lo anterior supondría vivir en un marco de democracia, de mayor o menor calidad, en función del grado de reconocimiento de los derechos de todas las personas.
Convivencia es compartir espacios, territoriales, de conocimiento, de protección social, de ayuda mutua, …
En el Movimiento de Pensionistas de Bizkaia, a lo largo de estos tres años, hemos sido capaces de convivir personas con trayectorias diferentes, a veces también con posiciones políticas diferentes. Y creo que podemos sacar algunas conclusiones de cara a conseguir espacios de convivencia a un nivel más amplio.
En el Movimiento de Pensionistas (MP) lo primero que hemos hecho ha sido tomar como punto de partida fundamental compartir aquellas cuestiones que nos unen, las que son comunes en el sector de pensionistas, y a partir de ahí hemos ido avanzando en otro tipo de cuestiones que pueden ser un poco colaterales, pero que son parte de la vida de las personas que tenemos determinada edad e historia en este país.
En segundo lugar, hemos fijado los desacuerdos, para no agredirnos. Es decir, hemos trabajado en torno a lo que nos une y, al mismo tiempo, hemos trabajado también lo que nos desune. Esto lo hemos hecho de forma no pública y comenzando por trabajar con la gente que creemos que es más posible llegar a acuerdos. Y con quienes va a ser difícil llegar a acuerdos, mantenemos la diferencia.
Un ejemplo de esto es el tema de la Seguridad Social (SS). Hay quienes defienden el sistema de caja única de la SS como única forma de mantener el sistema público de pensiones. Y la inmensa mayoría del Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria pensamos que es necesario un sistema propio en Euskal Herria para poder controlar, fiscalizar, tener más cerca la gestión del sistema y garantizar un sistema de pensiones más ajustadas a las necesidades que tenemos en este país. Va a ser muy difícil poder llegar a acuerdos con todo un sector de gente que consideran que la caja única no se puede romper. En primer lugar, hay que dejar constancia de que no hay caja única, hay 7 cajas distintas, la mayoría de ellas no son deficitarias, curiosamente la que es deficitaria es aquella que está dentro del Régimen General de la SS, en la que estamos la inmensa mayoría de trabajadores y pensionistas. Va a ser muy difícil llegar a un acuerdo, pero creemos que podemos ir avanzando poco a poco sobre todo con aquella gente susceptible de hablar y de ponerse de acuerdo con nosotras y nosotros en ese sentido.
Más dificultades tenemos para hablar con claridad del conflicto que hemos vivido en este país y de sus consecuencias, pero sí estamos avanzando con algunos sectores con los que, además de las reivindicaciones de pensionistas, podemos hablar de otras cosas que afectan a nuestra vida diaria. En este momento todavía no hay bases para poder hablar de todo, porque, evidentemente, hay quien tiene una concepción muy cerrada de lo que ha sido la historia de los últimos 50 años de este país. Pero hoy no hay un impedimento, entre comillas, para poder hablar con otros sectores de gente, hablamos, y hablamos de todo, hablamos de la situación de las y los presos, de la necesidad de acabar con la dispersión y hablamos de la necesidad de traerlos a todas y todos a casa.
Hay también un amplio consenso, por ejemplo, sobre la necesidad de abordar las consecuencias del conflicto del 36-39 y los años posteriores. En eso no hay ningún problema, en torno a las fosas, la repatriación de los huesos del Valle de los Caídos,… porque es un sentimiento común que compartimos. También se comparten cuestiones como la denuncia de los últimos fusilamientos del franquismo, o la represión en esos años, donde está absolutamente claro cuáles son las responsabilidades del Estado. Sin embargo, todavía no estamos de acuerdo en la lectura que hace un sector de gente sobre la utilización de determinados modos de lucha, no compartidos por todo el mundo. Sin duda, nos llevará más tiempo poder hacer una lectura que, aunque tenga diferencias de criterio, sea una lectura que pueda ser conjunta, completa e integradora. Es decir, que no sea una lectura única, desde un solo ángulo, de negar la realidad de otras y otros, sino que sean diferentes visiones, que sea una lectura completa con diferentes visiones de lo que ha ocurrido en este país y cómo abordar la solución del conflicto.
Es un tema muy delicado, hay que hablarlo con cuidado, y cuando nos sentemos a la mesa hay que hacerlo con la absoluta voluntad de poder llegar a acuerdos. Si no hay voluntad de llegar a acuerdos, si solo son poses, porque políticamente es correcto hablar, así será dificilísimo poder llegar a acuerdos.
Una enseñanza que yo sacaría de la experiencia del MP es que, si queremos ir más allá en la convivencia y queremos sentarnos a poder hablar de todo y poder compartir un modelo de gestión económica, de cambio social, de país, etc. lo que sí es cierto es que tenemos que tener paciencia para escucharnos, paciencia para poder hablar de todo, ir avanzando en lo que nos une y dejar en el sitio que corresponda en cada momento aquellas cosas en las que no estamos todas y todos de acuerdo, pero sin olvidarnos de que al final tenemos que hablar de todo. Esa es la experiencia que nos ha dado estos 3 años y pico de lucha del MP y que nos está sirviendo para avanzar colectivamente.
Si nos centramos en cómo avanzar hacia una convivencia democrática a nivel general, creo que aún no hay condiciones para un acuerdo social para la convivencia democrática. La ausencia de una de las violencias no es suficiente para construir la convivencia, se necesita el cese de todas las violencias, el reconocimiento del daño causado, la reparación, en lo posible, y el propósito de no repetición.
Construir el acuerdo para la convivencia requiere, voluntad de hablar con el contrario, establecer acuerdos básicos de contenidos y calendario.
Si queremos un modo de vida completo, en el que compartamos no solo las reivindicaciones económicas que nos afectan a las y los pensionistas, o las de carácter sanitario, lo que sí es cierto que tenemos que ampliar el abanico de contenidos a la hora de hablar de lo que entendemos por convivencia democrática. Tenemos que hablar del modelo de país que queremos, del modelo de economía, del modelo de servicios sociales, de las formas de resolver los conflictos entre diferentes y, sobre todo, tenemos que hablar de la voluntad de sentarnos, siempre que haya una diferencia, sentarnos a hablarla con paciencia, con tranquilidad y con el ánimo de llegar a acuerdos.
Carlos Ruiz Garro (representante de Gaurgeroa, Asociación de personas jubiladas y pensionistas de Euskal Herria)